martes, 17 de febrero de 2009

Fine

Basta con un empujoncito, unas palabras de apoyo, de comprensión. Basta con sentirse tantito acompañado y recibir una sonrisa, aliento (no a cebolla, por favor) y le entra a uno la razón.

No hay angustia que dure más de lo que deba. Si se pasa uno de angustioso, se le va el tiempo y bueno... la letanía sobre resolver las cosas y que todo tiene solución...

Se siente bien.

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