viernes, 12 de junio de 2009

Del hedor bucal y otras historias matinales

Me desperté a la hora acordada. Abrí la regadera en estado zombi y mi celular empezó a sonar, mas lo ignoré. Era ella, quería que la acompañara a la universidad en la que es catedrático su padre. Yo no quise contestarle, me iba a meter ya a bañar, no tenía que recordármelo ni apresurarme.

El baño estuvo rico, aunque odio, detesto lavarme los dientes en la regadera... Aún con la prerrogativa de ahorrar agua mientras cierro la llave para enjabonarme, tallarme y masajearme, odio lavarme los dientes en la regadera. El agua caliente y el mal sabor de boca no se llevan, se pelean y los madrazos los siento en la lengua, el paladar, las encías...

Bañado, vestido, desodorizado y listo. Y ella ya no llamó. Me lancé a su casa y su papá, el convaleciente que guarda reposo es quien me abre para decirme: "Ya se fue, Miguel...". Qué pena me dio, en especial porque el tío se nota que salió de su cómodo encierro para abrirme la puerta.
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Siempre he sido algo especial para recibir regalos, sobre todo con los regalos que me da mi madre. Yo no creo en ese par de dichos populares: "A caballo regalado, no se le ve colmillo" y "Dadas, hasta las bofetadas". A mí si no me gusta, no me lo pongo.

Ayer llegó ella -linda- a mostrarme una camisa negra de manga corta, hecha de una tela suave y con un bonito corte. La marca X... y lo digo porque no sé a qué marca pertenece, ni me fijé.

La camisa está bonita, pero noté que se transparenta un poco... y yo ya no uso camisetas... no blancas y mucho menos negras. No será agradable ponérmela y dejar ver mi velludo torso mientras hago como que bailo, bebo y sudo en una noche cualquiera de un viernes especial.

Y mamá notó la cara... la boca torcida y el escrutinio. Se sintió... dice que siempre que intenta comprarme algo, a mí termina no gustándome. Es linda, pero en gustos diferimos. Pero es linda.
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Antier me raptaron. En la mañana. Me agarraron desmañanado y me hicieron bañarme, vestirme y salir a la calle. ¿Quiénes? Mi tío... él y sus intenciones calculadas.

Remodela su baño de visitas... así de frívolo ¡ja! Y me llevó con él para pasar el día en su casa, haciendo un poco de nada y mucho de todo. Y el instalador del mosaico que fuimos antes a comprar nanais... que no se aparece sino hasta las 4pm y para colmo le dice: "No jefe, no le podemos instalar el mosaico y darle garantía porque usté tiene yeso en la paré. Y hay que subirlo pa' arriba -¿?- y quitarlo hasta donde vaya a ir el mosaico pa' que le quede boneeeeto". ¡Jajajaja! La cara de mi tío no tuvo precio.

Acto seguido, me pide que me quede al siguiente día en su casa... es más, que me quede a dormir ese día para amanecer al siguiente ahí y encargarme de recibir al Maestro y checar que haga bien su trabajo. Ahí estuve, conviviendo con Chewbacca (un perrito peludo que insulta graciosamente el nombre del Wookie) y Kopa (la golden retriever que mi tío dejó a vivir por AÑOS en mi casa para luego llevársela sin pena ni gloria). Y ahí desayuné y ahí comí y ahí me aburrí e intenté jugar Playstation... pero nanais...

¡Qué calor!
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Hoy se me antojó ver al pasado.



Y el pasado se sigue viendo bien.

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