Apuesta por el Rock and Roll

Ayer iba en el metro cuando un muchacho de ojos excepcionales se metió al vagón. Guitarra y pandero de cuates le hicieron un paro y que se nos pone a cantar.

El niño venía con repertorio bajo el brazo. Nadamás de dos canciones, reflejo de la crisis.

Primero a Bunbury: Apuesta por el Rock n' Roll. Le siguió Jarabe de Palo: Depende.

A él le di los $2.50 que no le di a la niña descalza que me pegó un sticker en la rodilla.

Ésa fue mi apuesta por el rock.

Ya no puedo darte el corazón
Iré donde quieran mis botas
Y si quieres que te diga qué hay que hacer
Te diré que apuestes por mi derrota.

Quítate la ropa, así está bien
No dejes nada por hacer
Si has venido a comprarme, lárgate
Si vas a venir conmigo, agárrate.

Larguémonos, chica, hacia el mar
No hay amanecer en esta ciudad
Y no sé si nací para correr
Pero quizás sí que nací para apostar.

Sé que ya nada va a ocurrir
Pero ahora estoy contra las cuerdas
Y no debo ni una forma de salir
Pero voy a apostar fuerte mientras pueda.

Y no puedo darte el corazón/Perdí mi apuesta por el rock n' roll
Y es la deuda que tengo que pagar
Y ya no tiene sentido abandonar
Ya no tiene sentido abandonar/¡Oh, oh, oh, no!
Late el corazón.

Un reconocimiento a Miss Pikgu, quien leyó antes que ustedes, mortales, la primera versión de esta entrada... en la que los ojos del chavo aún no eran excepcionales... sólo bonitos.