Reflexión: cada cabeza es un mundo. ¿O no iba así? ¿Es siquiera una reflexión?
Chistoso, curioso, molesto y más es escuchar de alguien la frase: "ya crece/madura".
La retrospectiva es una visión que confunde, pues da la impresión en muchas ocasiones de que lo pasado estuvo mal, nuestro presente está mejor y vamos para
adelante. ¿Hacia adelante? ¿A dónde precisamente nos lleva ir hacia adelante?
Y no es hacer crítica de las analogías (progreso es hacia adelante, lo que retroceso es hacia atrás), pues bastante claro es su sentido. Es que, en el plano individual, existe la creencia de que se debe mejorar. ¿Será por ese aspecto de las religiones judeo-cristianas que Nietzsche repudió?, el de vivir un estado de imperfección, anhelando alcanzar el antónimo de esta en el más allá. Y se nos dice y lo creemos: hay que crecer; hay que ser mejores.
Para ser mejores... ¿qué?, ¿hay que ser buenos?, ¿qué es ser buenos? Conocemos tan poco del universo y sólo pretendemos entender la vida como la vemos: fugaz e impredecible.
Así, unos llegan a la conclusión de que han crecido cuando a sus treintaytantos admiran su
progreso, el fruto cosechado de su laboriosa vida. Otros tantos vislumbran temerosos el paraíso que se forjan en la mente y en el hogar. ¿Temerosos de qué?, ¿de Dios? De la pérdida de todo aquello que ostentan como trofeo de su mejoría, su crecimiento.
¿Quién puede decir que conoce netamente el camino de la mejoría? ¿Quién mejora a los ojos de
todos sus congéneres? Y no yéndonos a ejemplos globales como: "Lo que es bueno aquí, es malo en Kuala Lumpur"; con la familia basta: "No soy peleonera, más bien no soy dejada".
Así el de enfrente cree con fervor que crece y crece; a la izquierda uno topa con pared; al suroeste se ve la puesta del sol y alguien piensa ¿será la última? Y en allá las cabras pastan en el monte, los ríos se desbordan y la gente se cree desdichada.
La ciudad es avanzada, progresista. El campo es el ayer, suciedad y desconocimiento de la buena vida. La juventud no sabe nada. Te hace falta crecer. Ya madura. Mejora. No vayas como los cangrejos.
Mejor ser fiel a uno mimo. Yo quiero vivir un estado de tranquilidad, no de perfección.