¿Cómo se crea un
héroe de caricatura?
Se tiene la trama, los personajes, etc. Se tiene un protagónico. ¿Cómo lo hacemos
aberrantemente heróico?
Además de agregarle un insulso sentido del humor y enfermarlo de
protagonitis (ya saben:
inflamación de la glándula protagonea) -porque de qué otra forma sería el protagónico-, se le tiene que imprimir un don peculiar, reservado en cantidad estratosférica para este singular amigo:
la necedad, esa molesta capacidad de SIEMPRE ponerse de pie, sin importar cuántos madrazos se lleve en cada episodio; la habilidad de escupir sangre y luego decir fanfarronadas, o decir fanfarronadas y luego escupir sangre (el orden de los factores... blah) para ser nuevamente acribillado e, inesperadamente, dar el golpe de gracia a ese fugaz, pero impresionante adversario.
Y los japoneses son maestros de la necedad.
Ahí está Seiya, el infame
caballero (
santo, para contrastar) de Pegaso, al servicio de Saori/Athena -se la quiere tirar-, quien siempre, SIEMPRE está puesto para lucirse, para no detenerse en su afán de hacer MÁS veloces sus malditos
meteoros de pegaso, con el objeto de que aunque sea UNO le acomode un soplamocos al de enfrente.
Ahora salieron con el
Episodio G de Saint Seiya, donde
Aioria de Leo es el protagónico; el equivalente, diríamos, a Seiya en el resto de la saga (exceptuando
The lost canvas). Pero ¿qué comparación se puede hacer del galante -y guapísimo- Aioria, caballero dorado por excelencia, fuerte, obstinado (¿necio?), orgulloso -guapo-, gentil y EMO (???) [No os preocupéis], con nuestro aludido necio?
Es que aberrante, como es, es también admirable.
Si en la vida (
tiempo en que las funciones vitales de un organismo... funcionan :P) te adhieres a una causa, a un ideal y decides luchar por ello (figurativa o literalmente), ¿qué actitud más sensata se puede adoptar? Luchas: propinas golpes y también los recibes. Y si en el camino te topas a alguien que es más fuerte que tú, más hábil, seguramente te va a partir la madre. Y lo admirable no es que te la partan, sino que te levantes, le escupas tu sangre al tipejo aquel, labregón de segunda, y le sueltes alguna fanfarronada que lo haga reir irónicamente mientras, por dentro, le hierve la sangre. Y si tuviste un buen tutor, que te hablara de cuestiones generales, aplicables a cualquier conflicto... y le pusiste atención... quizá tengas una oportunidad de sacarle de balance y partirle
TÚ la madre.
Ser necio funciona.Odia a Seiya, tanto como ames a tu Santo Dorado preferido.
***Agradecimiento especial a El Turtle y Haggen. No los conozco, pero su imagen usé :/ ***